Sylvain Perrin

Valiente, resistente, lucha.

Humildad, altruismo, escucha.

Me reconozco plenamente en los compromisos y valores eco-responsables de la marca. Y el equipo Cimalp está formado por deportistas humildes y simpáticos con los que nos lo pasamos muy bien y compartimos grandes aventuras.

Sorprendentemente fue durante el mismo evento que experimenté mi peor y mejor recuerdo. En el kilómetro 30 de la UTCAM, me torcí el tobillo. Los exámenes muestran una ruptura de uno de los ligamentos. En una fracción de segundo veo la meta para la que me había preparado con todos los sacrificios, las horas de entrenamiento que implica, pero también el compromiso de mis familiares que vinieron a asistirme y apoyarme durante la noche... todo parece derrumbarse a mi alrededor. En este punto, me digo que no puedo abandonar: encuentro a mis amigos y familiares en el siguiente avituallamiento entre lágrimas y decido continuar la aventura. Con este tobillo, consigo rodar 90kms en primera posición antes de ser alcanzado y superado en el último descenso. Pero la alegría es tan grande: cruzar la línea de meta con mi familia y mis amigos y la pancarta de la asociación a la que apoyo, alcanzar mi meta... Qué alegría, qué felicidad.

Una forma de evadirse, de moverse libremente en suntuosos espacios naturales. Este entorno me produce muchas emociones. La naturaleza es un lugar de encuentro, de disfrute, un entorno excepcional pero frágil, que hay que compartir. Por lo tanto, tengo en el corazón preservar este entorno, este equilibrio, nuestro lugar de práctica que es también y sobre todo un lugar lleno de vida con animales y plantas.

Soy muy sensible a este tema. Humildemente, intento en mis acciones cotidianas limitar mi impacto ecológico, reducir mi huella de carbono favoreciendo en particular los circuitos cortos, dirigiendo acciones de recogida de residuos con los alumnos del instituto que sensibilizo.

Estoy involucrado en la asociación Vaincre Parkinson.